marzo 30, 2008

PON TUS MANOS SOBRE MÍ


Pon tus manos sobre mí, Jesús,
tus manos humanas, curtidas y traspasadas;
comunícame tu fuerza y tu energía, tu anhelo y tu ternura,
tu capacidad de servicio y entrega.
Pon tus manos sobre mí, Jesús,
y abre en mi ser y vida surcos claros y ventanas ciertas para el Espíritu que vivifica:
líbrame del miedo y de la tristeza, de la mediocridad y de la pereza.

Por tus manos sobre las mías, Jesús, dales ese toque de gracia que necesitan:
traspásalas, aunque se resistan, hasta que sepan dar y gastarse y hacerse reflejo claro de las tuyas.
Déjame poner mis manos en las tuyas con heridas y llagas vivas, manos libres, fuertes y tiernas, que abrazan.
AMÉN