julio 12, 2006

SOLIDARIDAD


Mantener siempre atentos los oídos
Al grito del dolor de los demás
Y escuchar su pedido de socorro
Es solidaridad

Mantener la mirada siempre alerta
Y los ojos tendidos sobre el mar,
En busca de algún naufrago en peligro…
Es solidaridad

Sentir como algo propio el sufrimiento
Del hermano de aquí y del de allá;
Hacer propia la angustia de los pobres…
Es solidaridad

Llegar a ser la voz de los humildes,
Descubrir la injusticia y la maldad,
Denunciar al injusto y al malvado…
Es solidaridad

Dejarse transportar por un mensaje
Cargado de esperanza, amor y paz,
Hasta apretar la mano del hermano…
Es solidaridad

Compartir los peligros en la lucha
Por vivir en justicia y libertad,
Arriesgado en amor hasta la vida…
Es solidaridad

Entregar por amor hasta la vida
Es la prueba mayor de la amistada:
Es vivir y morir con Jesucristo
Es solidaridad

Amén

LA SOLIDARIDAD EN NUESTRA ORACION

ORACIÓN PREDILECTA DEL PADRE
FRANCIS PROVENZANO, CSC.

Hay personas que tienen la virtud
de comprender tus problemas y necesidades
antes de que tú digas nada.
Sin hacerse notar hacen lo que, más pueden
para ayudar, confortar y animar.

Todo parece mejor por su sola presencia
y siempre se dan tiempo para escuchar
y aconsejar, porque les importas tú.

Encuentran alegría en ser generosos
y sólo piensan en dar felicidad a otros.

Son personas que hacen de éste un mundo mejor,
porque tienen la virtud de acercarse a los demás
y dar de corazón.
Amén



GENEROSIDAD

Señor, enséñame a ser generoso,
A dar sin calcular,
A devolver bien por mal,
A servir sin esperar recompensa,
A acercarme al que menos me agrada,
A hacer el bien al que nada puede retribuirme,
A amar siempre gratuitamente, a trabajar sin preocuparme del reposo.

Y, al no tener otra cosa que dar, a donarme en todo
y cada vez más a aquel que necesita de mi,
esperando solo de Ti la recompensa.
O mejor, esperando que Tú mismo,
seas mi recompensa.
Amén.

Oración de solidaridad

Felices los que siguen al Señor
por la senda del buen Samaritano.
Los que se atreven a andar tras sus pasos
A superar las dificultades del camino.
A vencer los cansancios de la marcha.
Los que al andar van trazando
sendas nuevas
para que otros sigan,
entusiasmados,
y continúen la obra del Señor.
Los que, atentos y presurosos,
cambian su ruta
para salir al encuentro
del Señor vivo en el que sufre.

Felices los que aman al hermano concreto.
Los que no se van en palabras
sino que muestran su amor verdadero
en obras de vida, de compañía y de entrega sincera.
Felices los que enseñan,
los que intentan que todos aprendan
sin distinciones de color, piel o dinero.
Felices los que comparten sus bienes
Don-regalo del Buen Dios
para vivir como hermanos
y demostrarlo en la práctica.
Los que no guardan con egoísmo
sino que brindan y comparten.
Felices los que caminan juntos,
en búsqueda comunitaria
del Reino de Vida Nueva
y Fraternidad Realizada.
Los que se ayudan
en las buenas y en las malas,
los que aprenden
que mas pueden dos juntos que uno solo.

Amén

Marcelo Maura
(extracto)

¿SABES EL VALOR DE UNA SONRISA?

"No cuesta nada pero vale mucho.
Enriquece al que la recibe,
Sin empobrecer al que la da."

"Se realiza en un instante,
y su memoria perdura para siempre."

"Nadie es tan rico
que pueda prescindir de ella,
ni tan pobre que no pueda darla".

“Crea alegría en casa;
fomenta buena voluntad y
es la marca de la amistad.”

“Es descanso para el aburrido,
aliento para el descorazonado,
sol para el triste y recuerdo para el turbado.”

"Y, con todo, no puede ser comprobada,
mendigada, robada,
porque no existe hasta que se da."

"Y si en el momento de comprar,
el vendedor está tan cansado
que no puede sonreír,
¿quieres tu darle una sonrisa?

"Porque nadie necesita tanto una sonrisa
como los que no tienen una
para dar a los demás."

Amen.
Padre Alberto Hurtado

DANOS UN CORAZÓN…

Danos un corazón comprensivo.
Así como tú nos esperas y nos das tiempo,
que seamos pacientes con los que nos rodean.
Que aprendamos la sabiduría de tus tiempos.
Ayúdanos a utilizar, con los otros,
la misma vara generosa, que tu empleas
con nosotros.

Danos un corazón generoso,
capaz de acudir al servicio de todo el que necesita,
capaz de movilizarse al encuentro
del que esta solo o abandonado,
o excluido y relegado.

Danos un corazón fuerte, para seguir tus caminos,
Que no bajemos los brazos, ni que las caídas
nos desanimen.
Que aprendamos de los errores
y descubramos que:
Después de toda noche,
la luz brota al amanecer.
Amén.

julio 05, 2006

El placer de servir

Toda naturaleza es un anhelo
de servicio.
Sirve la nube, sirve el viento,
sirve el surco.
Donde haya un árbol que
plantar, plántalo tú;
Donde haya un error que
enmendar, enmiéndalo tú;
Donde haya un esfuerzo que
todos esquivan,
acéptalo tú.
Sé que él aparta la piedra del
camino, el odio entre los
corazones y las dificultades
del problema.

Hay una alegría del ser sano y la
de ser justo, pero hay, sobre
todo, la hermosa, la inmensa
alegría de servir.
Qué triste sería el mundo si todo
estuviera hecho, si no hubiera
un rosal que plantar, una
empresa que emprender.

Que no te llamen solamente los
trabajos fáciles
¡ Es tan bello hacer lo que otros
esquivan!
Pero no caigas en el error de
que sólo se hace mérito con los
grandes trabajos;
hay pequeños servicios que
son buenos servicios: ordenar
una mesa, ordenar unos libros,
peinar una niña.
Aquel que crítica, éste es el que
destruye, tu sé el que sirve.
El servir no es faena de seres
inferiores.
Dios que da el fruto y la luz,
sirve.
Pudiera llamarse así:
“ El que Sirve”.

Y tiene sus ojos fijos en nuestras
manos y nos pregunta cada día:
¿Serviste hoy? ¿A quién?
¿Al árbol, a tu amigo, a tu
madre?

Gabriel Mistral